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Ciudadano
Letra y Música de J.M. Serrat
Anónimos y desterrados
en el ruidoso tumulto callejero
con los vientos en contra va el ciudadano,
los bolsillos temblando y el alma en cueros.
Rotos y desarraigados,
hablando a gritos,
golpeando los adjetivos precipitadamente,
asfixiados en los humos y en las gestiones,
se cruzan y entrecruzan, sordos e indiferentes
a salvo en sus caparazones.
A quién le importarán
tus deudas y tus deudores
o los achaques de tus mayores.
Así reviente el señor
de miedo y de soledad.
Con Dios, ciudadano,
ya te apañarás.
Y se amontonan y se hacinan
encima, enfrente, abajo, detrás y al lado.
En amargas colmenas los clasifican,
donde tan ignorantes como ignorados
crecen y se multiplican,
para que siga especulando
con su trabajo, su agua, su aire y su calle
la gente encantadora... Los comediantes
qué poco saben de nada, nada de nadie,
y son
CIUDADANOS IMPORTANTES.
Hijos predilectos,
científicos admirados,
tiernos poetas galardonados,
intermediarios,
ciempiés,
políticos de salón,
y nueve de cada diez estrellas, lo son.
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Irene
Letra y Música de J.M. Serrat
Irene
tiende sus trapos al sol,
prestando
misterios a la siesta
de bragas comprometedoras
y sábanas alcahuetas...
Irene
tiende el alma en el balcón
y el viento, indiscreto,
la explora,
resucitando formas
gorditas y habladoras...
Irene
columpiándose en los alambres.
Irene
convidándome a conocerla,
emplazándome...
No comprendo cómo puede usted
pasar y no verla...
Irene
tiende sus trapos al sol
y algo en mí
se aroma y despereza,
jugando a las adivinanzas
y a los rompecabezas.
Irene
columpiándose en los alambres.
Irene
convidándome a conocerla,
emplazándome...
No comprendo cómo puede usted
pasar y no verla...
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Cenicienta de porcelana
Letra y Música de J.M. Serrat
¿Bailas?
Cenicienta de porcelana,
encerrada en tu piel intacta,
vendida en propiedad
a un señor de edad,
perfumada y compacta.
Hábil
en pasar al personal por las armas,
encerrada en tu piel sibilina.
Hay un vientre feliz
que ve por la nariz
y piensa con la vagina.
A salvo en el jardín
de la pereza,
sólo para el peine
usas la cabeza.
Desvirtuando el vicio,
desleal competidora,
pirata del oficio.
Y comprometida
con no comprometerse.
Encerrada en tu piel impermeable,
deja el tiempo correr
como el que oye llover
y si ladran que ladren.
Deja ya de bailar,
que se acerca el tiempo
de las soledades
y de los silencios.
Por más que te remoces,
perderás el zapato
antes que den las doce.
Distante
cenicienta de porcelana,
el naufragio puede sorprenderte
en tu amable burdel,
encerrada en tu piel
y sin nada que ponerte.
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A una encina verde
Letra y Música de J.M. Serrat
...Y de haber nacido en la tierra baja
pudo ser timón y volverse al mar.
Pudo ser rueda y ver mundo,
ser mango, cuna o altar.
Pudo ser ceniza y humo
o pudo, simplemente, no haber nacido
donde manda el roble, pero ahí nació
desafiando las reglas,
consentida por el sol.
Más cerca de las estrellas.
De abrazarse al suelo,
a pelear la tierra
con los aguaceros,
de rellenar grietas
con bojes, tomillos y enebros,
de andar huyéndole al hacha
que el amo blande ligero...,
nudos amargos duelen en tus maderas,
encina verde.
Que tus contornos te quieran,
que te respete la muerte.
Que es bueno que cuando el haya enrojece
y los caminos mudan de color,
entre esqueletos de robles,
salpiques con tu verdor
las palideces del bosque.
De abrazarse al suelo,
a pelear la tierra
con los aguaceros,
de rellenar grietas
con bojes, tomillos y enebros,
de andar huyéndole al hacha
que el amo blande ligero...
nudos amargos duelen en tus maderas,
encina verde.
Que tus contornos te quieran,
que te respete la muerte.
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Qué bonito es Badalona
Letra y Música de J.M. Serrat
Y esa calle
y esa plaza
y ese municipal
y esa esquina
y esa fuente
y esa escuela nacional
y esa estatua
y ese puente
y esa carretera general
y ese perro muerto en la cuneta
y esos albañiles en «samarreta»...
Casi ná.
Qué bonito es Badalona
en invierno y en verano,
con mantilla y barretina,
a la sombra y al solano.
Qué bonito es Badalona
con sus viejos y sus niños,
con sus hembras y sus hombres,
sus apellidos, sus nombres,
su sexo y su domicilio.
Y su carné de identidad.
Y esa playa
y esa arena
y ese pie y ese alquitrán
y esa estación
y esa RENFE
y esa rambla «arborizá».
Para el Corpus, serpentinas
y bombetas para Navidad
y en verano, playa y merendero
lleno de extranjeras medio en cueros...
Casi ná.
Qué bonito es Badalona
en invierno y en verano,
con mantilla y barretina,
a la sombra y al solano.
Qué bonito es Badalona
con sus viejos y sus niños,
con sus hembras y sus hombres,
sus apellidos, sus nombres,
su sexo y su domicilio.
Y su carné de identidad.
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Por la paredes (mil años hace...)
a Alexander Cirici
Letra y Música de J.M. Serrat
Mil años hace que el sol pasa
reconociendo en cada casa
el hijo que acaba de nacer,
que el monte dibuja perfiles
suaves, de pecho de mujer,
que las flores nacen discretas
y las bestias y la luz también.
Mil años para nuestro bien.
En cada valle una gente
y cada cala esconde
vientos diferentes.
Mil años, que el hombre y la guerra
dieron lengua y nombre a la tierra
y al pueblo que rindió a sus pies,
la plata del olivo griego,
la llama persa del ciprés.
Y el musulmán lo perdió todo,
la casa, el sueño y la heredad
en nombre de la cristiandad.
Íberos y romanos,
fenicios y godos,
moros y cristianos.
En paz descansen esplendores
de amor cortés y trovadores.
Dueños del camino del mar,
no había pez que se atreviese
a transitarlo sin llevar
las cuatro barras en el lomo.
Descansa en paz, ancestral grey
vendida por tu propio rey.
De mártires y traidores
enlutaron tus campos
los inquisidores.
Mil años hace que el sol pasa
pariendo esa curiosa raza
que con su llanto hace un panal.
Y de su sangre y su derrota,
día de fiesta nacional.
Que con la fe del peregrino
jamás dejó de caminar,
de trabajar y de pensar.
Empecinado,
busca lo sublime
en lo cotidiano.
Mil años hace y unas horas
que con manos trabajadoras
se amasa un pueblo de aluvión.
Con sangre murciana y de Almería
se edificó una exposición.
Ferroviarios, labradores,
dulces criadas de Aragón,
caricias de este corazón.
Y lágrimas oscuras
de los andaluces.
Y la dictadura...
Patria pequeña y fronteriza,
mil leches hay en tus cenizas,
pero un soplo de libertad
revuelve el monte, el campesino,
el marinero y la ciudad.
Que la ignorancia no te niegue,
que no trafique el mercader
con lo que un pueblo quiere ser.
Lo están gritando
siempre que pueden,
lo andan pintando
por las paredes...
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Tordos y caracoles
Letra y Música de J.M. Serrat
No atiende
ese alboroto de tordos
a cuestiones
de patria y de frontera,
de próceres,
de aniversarios y banderas,
ni aún hoy que es
día de fiesta nacional,
cuando irrumpe en la canción del sol
de la charca en donde abrevan,
del árbol que esconde el nido
y la compañera,
picando olivos,
hurgando en mieses...,
si el territorio le pertenece.
Les contemplaba una procesión
de caracoles murmurando
su falta de consideración,
a ras de suelo y babeando...
Demasiado ocupados en las palabras
para poner a salvo de ellas las cosas,
demasiado obligados en sus pesadas corazas
como para poder entender a aquél
que lo deja todo para poder ser él.
Demasiado preocupados en palpar con los cuernos,
y en mandar Christmas de Navidad,
en prepararse un hermoso entierro.
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Luna de día
Letra y Música de J.M. Serrat
A dónde vas,
luna de día,
resbalando equívoca los horizontes.
A dónde vas,
pálida y fría.
A dónde vas,
luna de día,
luna de barro y soledad.
A dónde vas negando el sol,
qué oscuridades quieres rescatar,
en qué tapete negro probarás fortuna,
si en las esquinas no te dan voces
y en las cantinas no te reconocen,
luna.
A dónde vas,
de tapadillo,
huérfana de espejos y lentejuelas.
A dónde vas,
sin lazarillo.
A dónde vas,
de tapadillo,
llena y en vela.
A dónde vas negando el sol,
qué oscuridades quieres rescatar,
en qué tapete negro probarás fortuna,
si en las esquinas no te dan voces
y en las cantinas no te reconocen,
luna, luna...
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Historia conocida
Poema de José Agustín Goytisolo - Música de J.M. Serrat
Es una historia conocida, amigos,
todos la recordamos,
-viento del pueblo se perdió en el pueblo-
pero no ha terminado.
Hace tiempo hubo un hombre entre nosotros,
alegre, iluminado,
que amó y vivió, cantaba hasta en la muerte,
libre como los pájaros.
¡Qué bonito sería! Nace, escribe,
muere desamparado.
Se estudian sus poemas, se le cita,
y a otra cosa, muchachos.
Pero su nombre continúa, sigue,
como nosotros, esperando
el día en que este asunto, y otros muchos,
se den por terminado.
¡Qué bonito sería! Nace, escribe,
muere desamparado.
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